Última publicación: 28 de diciembre de 2014. Así que gran ocasión de actualizar, otro 28. Este es otro en mi vida, pero desde ese hubo un 28 más importante. Un 28 que espero recordar toda mi vida, con cariño, sabiendo que fue una estupidez pero fue algo que en el momento me hizo feliz. Y hoy, un mes después, me sigue haciendo feliz. Siempre me subestimo, digo que no sé nada, que no entiendo, porque la verdad es que si lo que pienso es válido, la vida es hermosa -perdón-. Miro todo con ojos inocentes (you're so naive), ojos que creen en la bondad de las personas, que todo tiene su razón, su motivo, un Dios que lo guía. Hay un Dios para cada uno. Cada cosa en el camino de cada persona, todo, todo tiene que ser así. Aunque no lo entendamos ahora, aunque quizá lo entendamos en una cama de viejitos, o nunca. Quiero hacer feliz a la gente compartiendo esta mirada, aunque a veces yo me olvide. Aunque a veces también crea que todo es horrible, que el mundo está enfermo y que mi simple existencia no es relevante para la gran máquina. Pero también, otras veces, estoy así. Estoy dulce. Quiero ser feliz y quiero que la gente a mi alrededor sea feliz. O esté feliz un ratito. Pequeños gestos.