sábado, 17 de octubre de 2015

Luna

Como siempre, vuelvo al cabo de unos meses y me encuentro con todo cambiado. Yo cambiada. Y me siento bien, se siente bien haber salido de esa confusión, esa rapidez con que todo se movía y yo no quería bajarme por no quedarme atrás. Me bajé, me senté en el pastito, miré las flores y las nubes. Descubrí qué era ese velo que me impedía ver con claridad ciertas cosas, vivir mi vida, sentir el aire. Ahora sin él (el velo), me siento desnuda. Pero no es acaso belleza la desnudez? Es inocencia, es pureza, es virgen y es luna. Así que estoy viviendo esa desnudez, dejándome cual veleta, descubriendo de nuevo las cositas que me había perdido. Me gusta, me ayuda, estoy brillando más.
Estoy brillando.
Me siento brillar.

Es un pensamiento idiota, disculpen.

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